Acceso vs privacidad: Cuestiones de ética de la información enfrentan a los profesionales de datos
Las preguntas sobre la ética de datos se han elevado en la palestra de profesionales de primera línea a raíz de las revelaciones de recopilación de datos de la NSA y otras noticias.
Big data se ha convertido en algo así como un término familiar el año pasado, pero lo hizo en un torbellino de controversia. El espionaje de datos de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos y las violaciones de datos en las tiendas Target fueron solo dos de los eventos noticiosos importantes que se llevaron algunos de los auspiciosos vientos de las velas florecientes de big data. Eso no fue necesariamente malo, ya que la tormenta de la expectación en torno a las tecnologías de big data amenazaba con hacer estallar esas velas desde las costuras.
El procesamiento de datos tiene una larga historia en este punto, pero las controversias recientes sugieren que puede estar entrando en una nueva era: una en la que la ética de la información se convertirá en un tema que estará en la mente de todos (top of mind). Si bien la mayor parte de nuestra cobertura aquí se trata de los aspectos prácticos de la gestión de datos, también estamos escuchando de gente en los frentes de TI y aplicaciones que están pensando sobre la ética de la información, tal vez más profundamente que en años pasados.
Las aplicaciones de big data tienen algo que ver con eso; al igual que las iniciativas de datos abiertos que están lanzando muchas entidades de gobierno. Pero al igual que casi cualquier tema político, filosófico o ético, el reto no se presenta en blanco y negro. Los profesionales de datos tienen que encontrar un equilibrio entre hacer que los datos estén abiertos, proteger la privacidad de los individuos y –por lo menos en las empresas– el uso de los datos para hacer dinero.
Huie me dijo que ella y sus colegas han transformado su acercamiento a la entrega de análisis de datos. Donde prevalecían anteriormente los "libros de reportes" de una vez al año, ahora los dashboards de análisis de datos altamente interactivo y actualizados a la fecha se han convertido en la norma. Para afrontar el reto, su grupo puso en marcha un almacén de datos liderado por el software de análisis del SAS Institute. Mediante el uso de SAS Visual Analytics, Huie y su equipo están permitiendo a los ciudadanos ver información tal como matrículas fuera del Estado versus dentro del estado para los diferentes departamentos académicos.
El mes pasado, la universidad también anunció el lanzamiento de un sitio web que ofrece sueldos y estadísticas de la deuda de préstamos estudiantiles para los estudiantes, a un año y cinco años después de la graduación –sin duda, información de interés económico a medida que el costo de la educación aumenta inexorablemente. Pero los datos sobre los propios estudiantes deben ser enmascarados.
"El problema para nosotros ha sido asegurarse de que estamos protegiendo los datos individuales de los estudiantes", dijo Huie. "Era importante que tuviéramos procedimientos de seguridad instalados, para asegurar que las personas no puedan entrar en el sitio”. Por ejemplo, los servidores de producciónque empujan los datos a la página web no tienen ninguna información de los estudiantes.
El impulso para la apertura de los datos sobre el desempeño de la universidad no estuvo exenta de polémica. El esfuerzo vino, en parte, a instancias de las fuerzas de reforma política respaldadas por el gobernador republicano Rick Perry. Los proponentes empujaron duro para llevar los datos a la luz, incluyendo métricas políticamente sensibles como las cargas de trabajo de los profesores. El rector de la UT, Francisco Cigarroa, ha adoptado iniciativas mesuradas de apertura de datos, al mismo tiempo que reafirma la autonomía universitaria.
Como tantas veces ha ocurridoen los últimos tiempos, la NSA y su “aspiradora” digital estaba en las noticias. Es gracioso: la agencia de vigilancia está siendo objeto de estudio por actividades que a veces no son muy diferentes de las prácticas que tienen las principales compañías de internet, que recogen grandes cantidades de información como parte de sus estrategias de negocio de big data. Ese fue el telón de fondo en el cual le pregunté a Wells si realmente existe tal cosa como una profesión de datos, con normas aceptadas de ética de datos.
"Todavía no es una profesión", dijo, y agregó que no cree que haya bastante interés en las consideraciones éticas para calificarlas como tales. "Hay un puñado de artículos acerca de la ética de los datos, pero debería haber muchos. Debería haber libros y clases. Lo que tenemos que hacer es conseguir que la gente entienda que es importante”.
Es evidente que el problema es muy importante para Wells. En un artículo publicado el año pasado en el Business Intelligence Journal de TDWI, Wells y su difunto co-autor James B. Thomann esbozaron las cuestiones éticas y legales fermentándose en la inteligencia de negocios. El alcance para BI, TI y los administradores de empresas, escribieron Wells y Thomann, se extiende a la forma en que guían la conducta de los empleados y en cómo las organizaciones recolectan datos y usan la inteligencia derivada de ellos.
Por desgracia, como Wells señaló, es la crisis lo que más a menudo impulsa la atención de la gente. El “fiasco de la NSA", comentó, puede ser lo que se necesita para traer a colación el tema del equilibrio entre el acceso a datos y la privacidad a una de las cabezas.
Los próximos meses dirán cuánta atención se mantiene enfocada en los temas de ética de la información. Los datos y los análisis están desempeñando un papel cada vez más decisivo en la carrera por la innovación, así como en el impulso para tener éxito en el comercio. A veces, sin embargo, es necesario hacer una pausa y considerar las implicaciones sociales de la recopilación, el acceso y el uso de los datos, si el término "datos profesionales" llega a sonar verdadero.
Fuente: SearchDataCenter
Big data se ha convertido en algo así como un término familiar el año pasado, pero lo hizo en un torbellino de controversia. El espionaje de datos de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos y las violaciones de datos en las tiendas Target fueron solo dos de los eventos noticiosos importantes que se llevaron algunos de los auspiciosos vientos de las velas florecientes de big data. Eso no fue necesariamente malo, ya que la tormenta de la expectación en torno a las tecnologías de big data amenazaba con hacer estallar esas velas desde las costuras.
El procesamiento de datos tiene una larga historia en este punto, pero las controversias recientes sugieren que puede estar entrando en una nueva era: una en la que la ética de la información se convertirá en un tema que estará en la mente de todos (top of mind). Si bien la mayor parte de nuestra cobertura aquí se trata de los aspectos prácticos de la gestión de datos, también estamos escuchando de gente en los frentes de TI y aplicaciones que están pensando sobre la ética de la información, tal vez más profundamente que en años pasados.
Las aplicaciones de big data tienen algo que ver con eso; al igual que las iniciativas de datos abiertos que están lanzando muchas entidades de gobierno. Pero al igual que casi cualquier tema político, filosófico o ético, el reto no se presenta en blanco y negro. Los profesionales de datos tienen que encontrar un equilibrio entre hacer que los datos estén abiertos, proteger la privacidad de los individuos y –por lo menos en las empresas– el uso de los datos para hacer dinero.
Los datos tejanos reciben un enfoque más libre
La privacidad y acceso a los datos son preocupaciones dobles para Stephanie Bonos Huie, vicerrectora de iniciativas estratégicas de la Universidad de Texas en Austin. Ella ayudó a liderar un esfuerzo para abrir los datos para medir el desempeño del sistema de la UT a través de sus diversas instituciones académicas y de servicios de salud, pero al mismo tiempo tenía que ser consciente de la protección de los datos sensibles que no están destinados a ser vistos por los ojos del público.Huie me dijo que ella y sus colegas han transformado su acercamiento a la entrega de análisis de datos. Donde prevalecían anteriormente los "libros de reportes" de una vez al año, ahora los dashboards de análisis de datos altamente interactivo y actualizados a la fecha se han convertido en la norma. Para afrontar el reto, su grupo puso en marcha un almacén de datos liderado por el software de análisis del SAS Institute. Mediante el uso de SAS Visual Analytics, Huie y su equipo están permitiendo a los ciudadanos ver información tal como matrículas fuera del Estado versus dentro del estado para los diferentes departamentos académicos.
El mes pasado, la universidad también anunció el lanzamiento de un sitio web que ofrece sueldos y estadísticas de la deuda de préstamos estudiantiles para los estudiantes, a un año y cinco años después de la graduación –sin duda, información de interés económico a medida que el costo de la educación aumenta inexorablemente. Pero los datos sobre los propios estudiantes deben ser enmascarados.
"El problema para nosotros ha sido asegurarse de que estamos protegiendo los datos individuales de los estudiantes", dijo Huie. "Era importante que tuviéramos procedimientos de seguridad instalados, para asegurar que las personas no puedan entrar en el sitio”. Por ejemplo, los servidores de producciónque empujan los datos a la página web no tienen ninguna información de los estudiantes.
El impulso para la apertura de los datos sobre el desempeño de la universidad no estuvo exenta de polémica. El esfuerzo vino, en parte, a instancias de las fuerzas de reforma política respaldadas por el gobernador republicano Rick Perry. Los proponentes empujaron duro para llevar los datos a la luz, incluyendo métricas políticamente sensibles como las cargas de trabajo de los profesores. El rector de la UT, Francisco Cigarroa, ha adoptado iniciativas mesuradas de apertura de datos, al mismo tiempo que reafirma la autonomía universitaria.
¿Ética de la información en un segundo plano?
Los esfuerzos de Huie son claramente conscientes de las personas reales detrás de los puntos de datos. ¿Se volverá omnipresente ese tipo de pensamiento? Eso es lo que me preguntaba cuando me encontré con David Wells, un consultor independiente en Infocentric y un instructor para The Data Warehousing Institute, en una conferencia de TDWI a finales del año pasado.Como tantas veces ha ocurridoen los últimos tiempos, la NSA y su “aspiradora” digital estaba en las noticias. Es gracioso: la agencia de vigilancia está siendo objeto de estudio por actividades que a veces no son muy diferentes de las prácticas que tienen las principales compañías de internet, que recogen grandes cantidades de información como parte de sus estrategias de negocio de big data. Ese fue el telón de fondo en el cual le pregunté a Wells si realmente existe tal cosa como una profesión de datos, con normas aceptadas de ética de datos.
"Todavía no es una profesión", dijo, y agregó que no cree que haya bastante interés en las consideraciones éticas para calificarlas como tales. "Hay un puñado de artículos acerca de la ética de los datos, pero debería haber muchos. Debería haber libros y clases. Lo que tenemos que hacer es conseguir que la gente entienda que es importante”.
Es evidente que el problema es muy importante para Wells. En un artículo publicado el año pasado en el Business Intelligence Journal de TDWI, Wells y su difunto co-autor James B. Thomann esbozaron las cuestiones éticas y legales fermentándose en la inteligencia de negocios. El alcance para BI, TI y los administradores de empresas, escribieron Wells y Thomann, se extiende a la forma en que guían la conducta de los empleados y en cómo las organizaciones recolectan datos y usan la inteligencia derivada de ellos.
Por desgracia, como Wells señaló, es la crisis lo que más a menudo impulsa la atención de la gente. El “fiasco de la NSA", comentó, puede ser lo que se necesita para traer a colación el tema del equilibrio entre el acceso a datos y la privacidad a una de las cabezas.
Los próximos meses dirán cuánta atención se mantiene enfocada en los temas de ética de la información. Los datos y los análisis están desempeñando un papel cada vez más decisivo en la carrera por la innovación, así como en el impulso para tener éxito en el comercio. A veces, sin embargo, es necesario hacer una pausa y considerar las implicaciones sociales de la recopilación, el acceso y el uso de los datos, si el término "datos profesionales" llega a sonar verdadero.
Fuente: SearchDataCenter
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