Windows 10 y la vuelta atrás de Microsoft
Microsoft acaba de anunciar que con la
llegada de Windows 10 las actualizaciones de
seguridad, que se publican de forma periódica
los segundos martes de cada mes, llegarán a
los sistemas de los usuarios (PCs, tabletas y teléfonos) tan pronto estén
disponibles.
Si bien este cambio solo se aplicará a los usuarios
domésticos. Los usuarios corporativos podrán para aprovechar el nuevo "Windows
Update for Business", un servicio gratuito para todos los dispositivos
Windows Pro y Windows Enterprise, que permitirá a los administradores adoptar el
sistema de actualización temprana de los usuarios domésticos.
Según el anuncio realizado en la conferencia Ignite de Microsoft, la
compañía planea distribuir los parches a los usuarios de Windows 10 tan
pronto como estos estén disponibles (en forma de 24/7). Esto claramente
reducirá el tiempo que los ordenadores quedan vulnerables a nuevas amenazas. Se
verán beneficiados por este nuevo sistema todos los dispositivos que ejecuten
Windows 10, ya sean PCs, tabletas o teléfonos inteligentes.
Vuelta a los orígenes
Hace 14 años Microsoft introdujo su
estrategia STPP, dentro de la cual se incluyó la muy polémica distribución
de parches mensual. De esta forma, en 2003 empezaron a publicarse todas las
actualizaciones de forma mensual. Así Microsoft conseguía librarse de golpe
de las múltiples críticas que recibía, cada dos por tres, por la publicación
continua de nuevos parches. Algo que sin duda dificulta la labor a los
profesionales y es poco práctico para los usuarios finales que no tienen porqué
estar pendientes continuamente de las actualizaciones.
Microsoft optó por simplificar el problema y reducirlo a lo
absurdo: si no quieren muchos parches pequeños de forma periódica, daremos uno
grande una vez al mes. La información sobre las actualizaciones de Microsoft se
veía reducida de
esta forma a una vez al mes. El impacto mediático también se veía
reducido.
Esta medida fue duramente
criticada en su momento en Hispasec, de hecho en aquel momento se veía
más como un movimiento
de márketing que algo realmente pensado en la seguridad de los usuarios.
El tiempo y la cantidad de compañías que han adoptado la
política de distribución de parches de Microsoft (Adobe, Oracle…) parecía que
habían dado la razón a Microsoft. Algunas adoptando incluso el mismo día
para la publicación de sus actualizaciones. Lo cual, en la actualidad, puede
convertir algunos segundos martes de mes en un verdadero infierno de
actualizaciones para un administrador.
Finalmente las empresas y los usuarios finales, parece que
habían aceptado el modelo de distribución de actualizaciones de forma mensual.
Ahora Microsoft vuelve a sus orígenes y volverá a publicar los parches según
estén disponibles. Pero esta vuelta atrás, no hace sino pensar que durante
más de 12 años nos ha tenido engañados haciéndonos pensar que la distribución de
parches mensual era el modelo más beneficioso para todos. ¿Por qué lo que
antes era malo ahora es bueno?
Aunque como se indica esta nueva política solo afecta a los
usuarios finales, y no a las empresas y corporaciones. Ahí puede estar gran
buena parte de la diferencia, en una gran corporación con múltiples sistemas,
instalaciones y plataformas, sí puede ser necesaria una cierta planificación
para la instalación de los parches. Planificación que evidentemente no necesitan
los usuarios finales, y que actualizarán su sistema en el momento que más les
convenga, por ejemplo para realizar el casi obligado reinicio en cualquier
actualización.
Pero según se plantea esta nueva política de distribución,
ahora se abre otra clara problemática, los usuarios finales podrán recibir
actualizaciones mucho antes que una corporación. Lo cual en esta ocasión
abre una ventana de tiempo entre que una vulnerabilidad es parcheada en un
sistema doméstico y que esa misma corrección esté disponible para un entorno
corporativo.
Con un problema adicional. Como es sabido muchos exploits
ven la luz en base a un análisis de ingeniería inversa sobre los parches una vez
que son publicados, algo conocido como "Patch tuesday, exploit
wednesday". ¿En qué medida una actualización publicada para un sistema
doméstico, no podrá emplearse para conseguir un exploit que permita atacar
empresas aun sin parchear y sin siquiera la posibilidad de obtener ese
parche?
Es posible que aun quede mucho por aclarar sobre esta nueva
política de distribución de parches. Pero esperamos que se aclararen todas las
dudas, que sea lo mejor para los usuarios y que al contrario de lo que
ocurrió hace años, no quede lugar para la polémica.
Fuente: Hispasec
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