Escalada de Privilegios: cómo funcionan y cómo protegernos
Tanto las redes de pequeño, mediano o gran tamaño necesitan de reforzar sus medidas de seguridad. Aunque la posibilidad no logre llegar a ser demasiado alta, un usuario malicioso puede aprovecharse de sus conocimientos y obtener más privilegios que los que debería tener su propia cuenta de usuario. Esta guía te aclarará el panorama respecto a uno de los ataques más sencillos de mitigar, pero al mismo tiempo, uno de los que más secuelas genera: la Escalada de Privilegios.
Una de las preguntas más importantes es, ¿qué es exactamente la Escalada de Privilegios?
Es una situación que ocurre cuando un usuario malicioso explota una
vulnerabilidad. Esta puede consistir en un bug o un fallo en el diseño
de la aplicación. También puede tratarse de cierto error de
configuración de la aplicación o del sistema operativo en el cual está
operando el usuario. Básicamente, lo que sucede es que el usuario
malicioso (el cibercriminal) termina obteniendo acceso privilegiado a
recursos que, de acuerdo a sus permisos por defecto, no debería
tenerlos. Dichos privilegios de acceso le darán la posibilidad de robar
datos confidenciales y/o de carácter sensible, ejecutar comandos con
permisos de administrador. O peor aún, puede arrojar malware o
ransomware, lo cual dañaría tu sistema operativo en gran medida.
Especialmente, en una organización, esto puede afectar en gran medida la reputación de la misma. Esto es así ya que tanto las personas que trabajan de ella como las que no, pueden tener una percepción negativa sobre las medidas de seguridad informática que se aplican en ella. De acuerdo a lo que comentamos anteriormente, la escalación de privilegios acostumbra a ser la puerta de entrada a ataques mucho más específicos y, por ende, más severos. Uno de los aspectos más preocupantes es que estas escaladas maliciosas pueden confundirse con facilidad con las actividades diarias que se registran en la organización.
Para comprender mejor ambos tipos de escaladas, tanto la horizontal como la vertical, haremos algunas distinciones:
Fuente: RedesZone
Especialmente, en una organización, esto puede afectar en gran medida la reputación de la misma. Esto es así ya que tanto las personas que trabajan de ella como las que no, pueden tener una percepción negativa sobre las medidas de seguridad informática que se aplican en ella. De acuerdo a lo que comentamos anteriormente, la escalación de privilegios acostumbra a ser la puerta de entrada a ataques mucho más específicos y, por ende, más severos. Uno de los aspectos más preocupantes es que estas escaladas maliciosas pueden confundirse con facilidad con las actividades diarias que se registran en la organización.
¿Cómo funciona la Escalada de Privilegios?
Los cibercriminales, claro está, empiezan con la explotación de alguna vulnerabilidad que permita ejecutar dicha escalada, ya sea en un sistema o aplicación. Pueden acceder tanto a datos como funcionalidades de otro usuario con mayor cantidad de privilegios (esto es la Escalada Horizontal de Privilegios) o bien, obtener privilegios elevados. Tales privilegios elevados generalmente provienen de usuarios administradores o los conocidos como «power user». A esto último se lo conoce como Escalada Vertical de Privilegios.Para comprender mejor ambos tipos de escaladas, tanto la horizontal como la vertical, haremos algunas distinciones:
- Escalada Horizontal: el usuario malicioso mantiene sus privilegios de bajo nivel actuales. Sin embargo, consigue tener acceso a datos y funcionalidades que no deberían estar disponibles para este. Los mismos pueden pertenecer a otros usuarios con mayores privilegios o procesos de sistema. Un ejemplo que se puede citar es el acceso a perfiles de usuarios ajenos al tuyo, aunque estés dentro de tu propia sesión. Esto puede aplicarse a redes sociales o plataformas de compras, bancos, etc.
- Escalada Vertical: en este caso, el usuario malicioso que tiene una cuenta de usuario con privilegios bajos, pasa a tener mayor cantidad de privilegios como si fuese un usuario administrador de Windows, por ejemplo. Aunque la Escalada de Privilegios puede ocurrir en cualquiera de los otros sistemas operativos que conocemos. A partir de este momento, el usuario malicioso puede tener completo control sobre las credenciales de otros usuarios, datos importantes, procesos, aplicaciones y más. Podrá descargar malware, borrar datos o bien, ejecutar código malicioso para llevar a cabo ataques aún más severos. La peor parte es que el cibercriminal puede borrar cualquier rastro del ataque que haya llevado a cabo mediante esta escalada de privilegios, de manera a que no sea posible localizar algún tipo de evidencia que permita el análisis de estos eventos.
Las medidas de protección más eficaces
Si eres responsable de la administración de los usuarios en una organización, lo primero que debes reforzar es la protección a aquellos que tienen menor cantidad de privilegios o permisos:- Reforzar las políticas de contraseñas. Constantemente se promueve el hecho de utilizar contraseñas con mayor complejidad que lo usual. Sin embargo, es una de las acciones que más cuesta llevar a la práctica. Esto es así, principalmente porque las personas en general no desean pensar mucho en una contraseña verdaderamente segura. De todas formas, es necesario aplicar esta medida, permitiendo que las contraseñas seguras incluyan: caracteres especiales, números, que no contenga información directa relacionada al usuario, etc. También es una muy buena idea añadir algún método de 2FA (autenticación en dos factores), para que no solo necesitemos la contraseña del usuario sino también un código temporal generado por nuestro smartphone o un token físico.
- Creación de usuarios especiales y grupos de usuarios con mínimos privilegios. Esto mitiga en gran medida el riesgo de vulneraciones por parte de usuarios que hayan sido comprometidos por circunstancias maliciosas. Recuerda aplicar todo tipo de privilegios a los usuarios de acuerdo a lo que realmente necesitan, de acuerdo a sus funciones y requerimientos. Aunque fuesen usuarios administradores, hay que tener control sobre los mismos y no ceder el 100% de los privilegios. Esto podría provocar un enorme agujero de seguridad en el sistema operativo y/o red local.
- Evitar los típicos errores de programación de aplicaciones. Esta es una de las prácticas más importantes. Promoviendo la puesta en marcha de las mismas dentro del equipo de desarrollo, garantizará que las aplicaciones sean verdaderamente de alta calidad. No sólo en cuanto a funcionalidad y experiencia de usuario, sino también la seguridad de la mismas.
- Mantener la seguridad de las bases de datos y filtros de ingreso de datos de usuarios. Las bases de datos son uno de los objetivos más atractivos para los cibercriminales. Especialmente porque cualquier dato relacionado a aplicaciones web u otros recursos relacionados se encuentra almacenado en estos. Es importante protegerlos especialmente de ataques muy peligrosos como la Inyección SQL. Por eso es importante asegurarte que cualquier dato que ingrese un usuario a una aplicación contenga los filtros necesarios para evitar la inserción de código malicioso.
Cómo llevar a cabo una administración de sistemas más seguro
- Mantenimiento de sistemas y aplicaciones al día. Esto significa que toda actualización que esté disponible debe ser aplicada. Varias de estas actualizaciones garantizan la protección ante potenciales ataques que se llevan a cabo por vulnerabilidades que no son cubiertas por las actualizaciones.
- Permisos correctos y adecuados para todos los archivos y directorios. Solamente es necesario aplicar los permisos necesarios. Si un determinado archivo o carpeta no tiene que ser modificado, configura los permisos con solo lectura.
- Cerrar puertos innecesarios y borrado de usuarios inactivos. Cualquier puerto abierto que cuente con servicios ejecutándose, significa una importante amenaza de seguridad. De acuerdo al caso, cierra esos puertos si no los estás utilizando en un determinado momento. Además, es esencial borrar usuarios inactivos para hacer que sea más difícil el ataque para el cibercriminal.
- Limitar las posibilidades de transferir/descargar archivos: el archivo que contenga código malicioso puede ser descargado mediante protocolos y utilidades algo débiles como FTP, wget, curl y otros. Aquí está la importancia de verificar si es realmente necesario habilitarlos, ya que los cibercriminales pueden sacar provecho de los mismos y facilitar la ejecución de sus ataques.
- Modificar las credenciales por defecto en todos los dispositivos. Esta acción incluye a los routers y las impresoras. Es una de las prácticas más sencillas de llevar a cabo. Sin embargo, portales especializados en hacking como Shodan dejan en evidencia que existen muchísimos dispositivos que operan con las credenciales que vienen de fábrica.
Fuente: RedesZone
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